Analizando el desglose de artículos científicos publicados en 2022 por sustancia bioestimulante, se observa que los extractos de plantas y las algas siguen siendo los más estudiados. Crece el interés por los hidrolizados de proteínas, que en 2022 superan a las sustancias húmicas en número de publicaciones totales, 42 frente a 39. Por último, en 2022 también hubo 3 publicaciones dedicadas al selenio como bioestimulante vegetal.
La actividad investigadora sobre los efectos de los bioestimulantes en 2022 se ha centrado especialmente en la resistencia al estrés abiótico, seguida de la mejora de la absorción de nutrientes y, a continuación, de la mejora de la calidad del producto, siguiendo las mismas tendencias de 2021.
Entre los estreses abióticos, la sequía sigue siendo el más estudiado por los investigadores en 2022, seguido de la salinidad y las temperaturas extremas.
El nutriente más estudiado en 2022 ha sido el nitrógeno, que es, después del carbono, el elemento requerido en mayor cantidad por las plantas para su crecimiento y desarrollo. Al nitrógeno le siguen en este rango los otros dos macronutrientes principales, el potasio y el fósforo, al igual que en 2021. El calcio, el hierro y el zinc, meso y micronutrientes respectivamente, ganaron interés en 2022.
El desglose de los artículos por cultivos muestra que el tomate sigue siendo con diferencia el primer cultivo por número de publicaciones en 2022, con más de 60. Al tomate le siguen el trigo, la lechuga, el pimiento, la soja y Arabidopsis spp. que se utiliza ampliamente como organismo modelo en la investigación vegetal para cribar y estudiar...
La subdivisión de los artículos según el método de aplicación muestra un interés continuo por el tratamiento de semillas con bioestimulantes, que representa una solución válida, biológica y alternativa a los agentes químicos de recubrimiento. El tratamiento de semillas es el primer método de aplicación por número de artículos publicados en 2022, seguido de la pulverización foliar y la fertirrigación.
Los datos sobre el entorno de cultivo en 2022 mostraron un mayor interés por la aplicación de bioestimulantes en campo abierto. Esto está en consonancia con la expansión del uso de bioestimulantes, que ahora son soluciones no solo para cultivos especializados, sino también para cultivos herbáceos y hortícolas en campo abierto.
Entre las sustancias bioestimulantes, los extractos de plantas y las algas marinas fueron las más estudiadas en 2022. El efecto bioestimulante más estudiado fue la resistencia al estrés abiótico y el cultivo más estudiado fue el tomate. El tratamiento de semillas sigue siendo el método de aplicación de bioestimulantes más investigado, mientras que las aplicaciones en campo abierto están ganando interés en la actividad investigadora.