La demanda social y los cambios en los modelos de producción han dado lugar a un abundante desarrollo de bioestimulantes. Hay muchas soluciones en el mercado que afirman tener efectos bioestimulantes sobre las plantas. Es interesante hacer balance de los efectos demostrados sobre las plantas, así como del beneficio obtenido por el cultivador.

MAYOR ABSORCIÓN DE ELEMENTOS MINERALES

El nitrógeno es un elemento importante para la planta, su metabolismo es bien conocido y muchos ingredientes activos han demostrado sus efectos sobre la asimilación del nitrógeno. Es el caso del hidrolizado de proteínas, del rhizobium spp y del extracto de algas. Para los demás minerales, los trabajos son menos significativos y los efectos menos conocidos. No obstante, cabe señalar que se han demostrado efectos sobre la fosfatasa con hongos beneficiosos, así como con extracto de algas. Los principales beneficios mencionados en los ensayos o investigaciones son un aumento del contenido mineral de las plantas, lo que permite un mejor rendimiento, así como un aumento de determinados criterios de calidad. En algunos casos extremos, se reducen las dosis de elementos minerales porque se aprovecha mejor el CO2, con lo que se reduce el riesgo de contaminación.

AUMENTO DE LA ACTIVIDAD FOTOSINTÉTICA DE LAS PLANTAS

La fotosíntesis es el motor del funcionamiento de las plantas, aunque depende del estado nutricional del nitrógeno. Se ha demostrado que los hidrolizados de proteínas y los extractos de algas contribuyen a aumentar la actividad sintética. Muchos estudios demuestran cómo la aplicación de bioestimulantes aumenta el color de las hojas. Por ejemplo, las aplicaciones de aminoácidos, péptidos y extractos de algas han mostrado efectos positivos sobre el pigmento fotosintético. En este caso concreto, siendo la aplicación principal por vía foliar, el beneficio identificado fue un aumento del rendimiento y una mejor tolerancia al estrés abiótico.

EFECTO SOBRE EL EQUILIBRIO HORMONAL   

Los bioestimulantes tienen efectos reconocidos sobre el equilibrio hormonal de las plantas. Actúan sobre la producción de hormonas de crecimiento, antiestrés (auxina, giberelinas...) y de fructificación. Este efecto está demostrado por los extractos de algas, los componentes aminoácidos y peptídicos y los microorganismos. Como ejemplo del efecto de un bioestimulante en la producción de hormonas de crecimiento, el bioestimulante se aplica por vía foliar para estimular la planta durante las fases de crecimiento vegetativo; para mitigar los efectos del estrés abiótico, como la sequía o la temperatura; o durante las fases de fructificación en árboles frutales y vid. El beneficio obtenido por el agricultor es un mejor rendimiento por el número de frutos por árbol, o calidad por la mejor formación de los frutos. En un segundo caso, se aplican al suelo o en el tratamiento de semillas para favorecer el desarrollo de las plántulas, lo que se traduce en un mejor índice de germinación y una emergencia más regular de las plantas.

MAYOR RESISTENCIA AL ESTRÉS ABIÓTICO

La resistencia al estrés abiótico está directamente relacionada con el modo de acción de los productos mencionados. Sin embargo, algunos bioestimulantes concretos, concretamente los hidrolizados de proteínas de origen vegetal, han demostrado una mayor tolerancia de las plantas a la toxicidad de los metales pesados (Zn, Cu, etc.). Los bioestimulantes pueden aplicarse por vía foliar cuando se demuestra la toxicidad; el beneficio obtenido es un mejor desarrollo vegetativo o rendimiento. El uso de bioestimulantes para reducir los efectos de, por ejemplo, el estrés por sequía demuestra una eficacia variable en diferentes situaciones y cultivos. El bioestimulante puede aplicarse antes del estrés para "preparar" a la planta para afrontar mejor el estrés previsto. O puede aplicarse durante o después de la sequía. El efecto bioestimulante aumenta la fotosíntesis y la biomasa de la planta, lo que se traduce en un mayor rendimiento.

Muchos estudios y usos muestran efectos positivos de los bioestimulantes con beneficios más o menos significativos en situaciones controladas. En el campo del cultivador, las acciones específicas del bioestimulante pueden ser más difíciles de cuantificar. Es importante que los agricultores conozcan los modos de acción de los distintos bioestimulantes. Y es necesario emplear con cuidado el bioestimulante adecuado aplicado en el momento adecuado para obtener beneficios óptimos del uso de bioestimulantes.

Los bioestimulantes son sustancias naturales y respetuosas con el medio ambiente con efectos positivos sobre el crecimiento de las plantas que mejoran su metabolismo y fisiología cuando se aplican en pequeñas dosis. A continuación se describen las categorías de bioestimulantes más comunes.