Para ser sostenible, la agricultura debe satisfacer las necesidades de las generaciones presentes y futuras, garantizando al mismo tiempo la rentabilidad, la salud medioambiental y la equidad social y económica. La agricultura y la alimentación sostenibles (AGS) contribuyen a los cuatro pilares de la seguridad alimentaria -disponibilidad, acceso, utilización y estabilidad- y a las dimensiones de la sostenibilidad (medioambiental, social y económica). (FAO)
Los bioestimulantes son una innovación prometedora y respetuosa con el medio ambiente para mejorar la sostenibilidad de la producción agrícola.